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  • Una mirada a 50 años de Revolución en Cuba
2009 Edición
  • Una mirada a 50 años de Revolución en Cuba

Textos y Fotos: Editora Política del Cómite Central del PCC.

Entre el 1ro y el 8 de enero de 1959 tuvo lugar una vertiginosa sucesión de acontecimientos que constituyen el giro más dramático en toda la historia de Cuba. El Estado Neocolonial y sus fuerzas represivas, engendrados por la frustración de la independencia en 1898, fueron desmantelados y se constituyó el nuevo poder revolucionario.

"Creo que este es un momento decisivo de nuestra historia: la tiranía ha sido derrocada. La alegría es inmensa. Y sin embargo, queda mucho por hacer todavía". Estas fueron palabras del Comandante en Jefe Fidel Castro dirigidas a la masa de pueblo que se concentraba en la fortaleza militar de Columbia en La Habana el 8 de enero de 1959.

A partir de ese año, el nuevo gobierno revolucionario transformó la estructura socioeconómica cubana: modificó las relaciones de propiedad capitalista, promulgó la Ley de Reforma Agraria, nacionalizó la Banca y las grandes empresas, rebajó los alquileres y adoptó otras medidas que condujeron a la eliminación de todo vestigio de discriminación clasista, social y por sexo.

 

La Primera Ley de Reforma Agraria el 17 de mayo de 1959 era un paso imprescindible para poder acometer cualquier programa de desarrollo económico y social. Ella convirtió a los pequeños y medianos campesinos en dueños de las tierras que cultivaban, liberándolos del pago de las rentas. Esta significaba, en las condiciones de Cuba, el desafío más radical al imperio norteamericano y a la oligarquía criolla. Inicialmente, la legislación estableció un límite máximo para los propietarios individuales de 30 caballerías y el 3 de octubre de 1963 fijó 5 caballerías como tope máximo de propiedad individual.

Entre los sectores priorizados por la Revolución estuvieron siempre la salud, el pueblo y la educación. Apenas instaurado el nuevo poder, comienza la construcción de hospitales, policlínicas y dispensarios, principalmente en lo más apartado de los campos.

Se aumentan considerablemente las partidas del presupuesto dedicadas a la salud y se acelera la formación de médicos, estomatólogos, enfermeras y otros profesionales del ramo. Los servicios médicos empiezan a prestarse gratuitamente en los consultorios, así como en los casos de ingresos y atención en los hospitales y demás instituciones médicas. Se respetan las consultas privadas, pero los nuevos médicos renuncian masivamente a ellas. Se sientan las bases para el extraordinario desarrollo que alcanzaría más tarde la salud en Cuba.

Erradicar el analfabetismo era un compromiso político, social, humano y también un requisito básico para avanzar en el dominio de las fuerzas productivas. De modo que la Campaña de Alfabetización iniciada en el seno del Ejército Rebelde y las Milicias, se convierte en 1961 en una gesta de masas, organizada, que cubrió cada pedazo del territorio nacional, y que tuvo como fuerza de choque las Brigadas de Alfabetización Conrado Benítez, compuestas por cien mil jóvenes estudiantes.

 

A la 1:30 de la madrugada del 17 de abril de ese mismo año y posterior a la proclamación del carácter socialista de la Revolución, fuerzas mercenarias desembarcan en puntos de Playa Larga y Playa Girón, al sur de la Península de Zapata. El día 17 la Fuerza Aérea Revolucionaria le asestó al enemigo y a sus barcos duros golpes. El 18, la ofensiva de fuerzas del Ejército Rebelde, la Policía Nacional Revolucionaria y las Milicias, apoyadas por la artillería y los tanques, avanzó a lo largo de las carreteras y desalojó a los mercenarios de importantes posiciones. El 19, tras unas 65 horas de incesante batallar, las fuerzas revolucionarias tomaron por asalto Playa Girón, último punto en poder del enemigo. Playa Girón no fue solo una victoria militar: significó una derrota estratégica de los planes del gobierno norteamericano y de la contrarrevolución auspiciada por este.

Con el objetivo de realizar un cambio social radical, en Cuba se realizaron programas que elevaron los niveles de empleo, eliminaron el subempleo, modificaron la estructura ocupacional e incrementaron los ingresos de la mayoría.

El Gobierno Revolucionario priorizó una política social centralizada y una de las tareas fundamentales fue precisamente el desarrollo de los servicios sociales básicos. Las bases del sistema de seguridad social implantados desde 1959 han sido: la elevación de la protección a la mujer trabajadora y a su hijo, las prestaciones por invalidez temporal, el establecimiento del retiro laboral para todos los trabajadores; la protección para los discapacitados permanentes y no permanentes; así como la asistencia social para todo aquel que la necesite. Como todos los de su tipo, el sistema de seguridad social cubano es objeto de constante renovación para ir adaptándose a las nuevas circunstancias y al desarrollo económico del país.

 

A partir del 1ro de enero de 1959 se abre un capítulo cualitativamente diferente para la ciencia cubana, que deja de ser un objetivo y esfuerzo individual para convertirse en una prioridad nacional. El 15 de enero de 1960 Fidel expresó: "El futuro de nuestra patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia". La etapa que comenzaba se orientó a la creación y promoción de grupos y centros en los que la tarea científica estuvo centrada en la asimilación de conocimientos y tecnologías, junto al estudio, identificación y exploración de los recursos naturales; pero es en la década del ochenta que la ciencia en Cuba expresa su madurez y se convierte en generadora de conocimientos, tecnologías y productos, en muchos casos de impacto mundial.

Cincuenta años después se habla ya de la existencia de un pueblo de ciencia: crece el porcentaje de universitarios y dentro de ellos de ingenieros e investigadores organizados por polos científicos productivos, territoriales y temáticos. Al mismo tiempo se han creado prestigiosas instituciones de investigación encabezadas por el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC), el Centro de Neurociencias de Cuba y el Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria (CENSA). Con posterioridad surgirán otras como el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), el Centro de Inmunoensayo, el Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical (INIFAT) y más recientemente el Instituto Finlay y el Centro de Inmunología Molecular con una amplia experiencia en el campo de los anticuerpos monoclonales.

La repercusión de tales avances en los indicadores de salud en Cuba es evidente, amén de la existencia de una coherente estrategia nacional que incluye un programa de atención primaria universal y gratuita, lo cierto es que hoy es posible exhibir un índice de mortalidad infantil de 4,9 por cada mil nacidos vivos, una esperanza de vida de más de 76 años y la erradicación de múltiples enfermedades a partir de preparados vacunales desarrollados casi todos en instituciones del país.

 

La ciencia en Cuba también se ha desarrollado a favor del medio ambiente. En 1981, la Asamblea Nacional del Poder Popular, máximo órgano legislativo del país aprobó la Ley de Protección del Medio Ambiente y Uso Racional de los Recursos Naturales. A lo largo de 50 años de Revolución se han obtenido importantes logros ambientales, como la repercusión y empleo adecuado de los recursos hídricos, la creación de un vasto sistema de parques y áreas protegidas, la aplicación y conservación de la biodiversidad, entre otros. Los avances experimentados en el saneamiento, conservación y desarrollo de la Bahía de La Habana, así como la reforestación de la franja hidrorreguladora del Cauto - una de las cuencas hidrográficas más importantes del país - son muestra de ello. Otras de las acciones que más impacto han producido en este sentido son: la inspección estatal ambiental y las licencias ambientales. Simultáneamente, la preocupación por el medio ambiente obliga a la nación a adoptar una fuerte política de ahorro en todas las esferas. Es así como en septiembre de 2004 se hace una evaluación pública del estado que presentaba el sector energético del país, en particular la generación de electricidad. A partir de ese momento se trazó una nueva estrategia que pusiera fin al déficit energético, a la que se le ha denominado Revolución Energética en Cuba. Esta impulsa una fuerte política de ahorro y la utilización de distintas fuentes energéticas renovables como biomasa (en particular la biomasa azucarera), hidroenergía, solar fotovoltaica, solar térmica, solar pasiva y eólica.

En la primera década del poder revolucionario, el desarrollo económico no ocupó el centro de la atención del gobierno. El implacable bloqueo económico de Estados Unidos y las continuas agresiones de diversa naturaleza, obligaron al Estado a dedicar inmensos recursos a la defensa, a fin de garantizar la supervivencia de la Revolución.

El derrumbe del socialismo europeo y la posterior intensificación de la guerra económica desatada por Estados Unidos provocaron una honda crisis en la economía cubana que afectó, en mayor o menor medida, a toda la vida del país. Las asfixiantes carencias materiales obligaron a la población a realizar inmensos sacrificios, que persisten hasta cierto punto pese a la recuperación que se va logrando.

 

Sin embargo, esta dificilísima situación no impidió que el pueblo cubano brindara ayuda fraternal a muchos países. Cuba ha compartido con muchas naciones del hemisferio sur los notables avances que ella ha logrado en el desarrollo del país. Conocida es la enorme contribución que ha dado la Revolución desde sus primeros años a la liberación de pueblos oprimidos y a la defensa de la independencia conquistada por varios de ellos. Esa solidaridad se ha manifestado en los últimos años fundamentalmente, en dos direcciones: primera, a través de la batalla librada en todos los escenarios del orbe donde ha estado Cuba por la solución de los problemas económicos, sociales y culturales del mundo subdesarrollado; y segunda, mediante la contribución voluntaria, gratuita y abnegada que ha prestado el país a muchos pueblos de América Latina, el Caribe, África, y Asia, en aspectos tales como salud, educación, construcción y deporte.

La presencia de profesionales cubanas en misiones internacionalistas alrededor de todo el mundo es una clara evidencia de la amplia participación femenina en todas las esferas de la vida política, económica, cultural y social del país. Los resultados se aprecian, por solo citar algunos ejemplos, en que las mujeres componen el 46% de la fuerza laboral en el sector estatal civil: el 66,1% en la categoría ocupacional de técnicos y profesionales del país, el 48,9% de los investigadores, el 63,3% de los graduados universitarios, el 56% de los médicos y 52,3% del personal de la salud que cumple misión internacionalista; el 71% de los fiscales y el 36% de los Diputados a la Asamblea Nacional. Ciertamente, el logro de la igualdad de género ha sido un objetivo priorizado desde 1959.

Si fuerte y permanente es la lucha que Cuba se ve obligada a librar contra la guerra económica, biológica y de terror con el gobierno de EE.UU., no menos intensa es la batalla que esta despliega en el campo de la ideología, contra las campañas insidiosas de sus enemigos desde el exterior, y en lo interno, contra las deformaciones que tienden a producirse en la sociedad debido a las crecientes e indispensables relaciones con el mundo capitalista.

Las tradiciones patrióticas, antimperialistas e internacionalistas del pueblo cubano, y en general la historia de su cultura nacional, constituyen una base sólida para la defensa de sus posiciones ideológicas y políticas.

 

La batalla por Elián dejó apreciables enseñanzas y experiencias. Ella, por ejemplo, ha renovado diferentes modalidades de la lucha de masas -tribunas abiertas, mesas redondas, marchas del pueblo combatiente-, las que han demostrado ser no solo poderosas armas, sino también expresiones de la cultura popular y escuelas de formación ideológica, política y revolucionaria.

 

Dentro de esta batalla de ideas, Cuba se pronuncia hoy y desde 1998 por la excarcelación de René González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González y Antonio Guerrero, cinco hombres capaces de pagar el más alto precio por denunciar acciones de terrorismo contra su país. Las autoridades de Estados Unidos, ante el beneplácito de la mafia de origen cubano de Miami, mantienen un férreo muro de silencio frente a la opinión pública norteamericana e internacional del caso de estos cinco heroicos jóvenes cubanos, mientras descargan contra ellos y sus familiares el odio que sienten por la Revolución Cubana, su combativo pueblo y estos 50 años de historia.

Bibliografía

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  1. Cantón, José: Historia de Cuba. Editorial SI-MAR S.A.La Habana, 2000.
  1. Diz, Edda: 50 impactos de la ciencia cubana.Editorial Pablo de la Torriente. La Habana, 1999.
  1. García, Julio: Revolución cubana. 40 grandes momentos. Editora Política. La Habana, 2000.
  1. Rodríguez, Áurea V.: La seguridad y la asistencia social en Cuba. Editora Política. La Habana, 2000.