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2007 Edición
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Instituto cubano de la música

 

El devenir histórico de nuestra música forma parte indisoluble de la historia social, económica, política y cultural de Cuba. En ella confluyen, junto a escasos elementos musicales de nuestra población aborigen, múltiples herencias culturales llegadas a la Isla a partir de la conquista y colonización española.

La fusión de las diferentes culturas africanas con elementos de origen hispánico, dio inicio a un profundo proceso de transculturación, que condujo al nacimiento de la cultura cubana, entre los siglos XVIII y XIX. Esta amalgama incluyó también, aunque en menor medida, las tradiciones culturales producto de migraciones posteriores de franceses, chinos, jamaiquinos y mexicanos, así como la influencia de las culturas musicales de Italia en el siglo XIX y la norteamericana en el XX.

 

Es así que el proceso de formación de la cultura musical de nuestro país no fue un fenómeno homogéneo. Fue consecuencia del proceso histórico de formación de las diferentes clases, sectores y grupos sociales que han integrado nuestra nación, su origen social y su ubicación en un espacio socio-cultural determinado.

Este complejo e intenso proceso ha dado origen, desde finales del siglo XVIII y hasta nuestros días, a múltiples maneras de crear e interpretar la música cubana, incorporando géneros, estilos, instrumentos musicales, no solo en el ámbito de la música popular, sino también dentro de la música de concierto.

 

La música de concierto en Cuba tiene también profundas raíces en las tradiciones musicales del país. Durante el siglo XIX varios pedagogos, compositores e intérpretes cultivaron la música clásica proveniente de Europa, cuyas creaciones también incluían entonaciones características de géneros como la contradanza y la danza cubanas.

El desarrollo de la música de concierto hasta nuestros días ha mantenido la utilización de elementos provenientes de nuestras más profundas tradiciones musicales, rasgos neoclásicos y ha fortalecido el uso de técnicas de composición de la música de vanguardia como el aleatorismo, serialismo y la música electroacústica.

 

En la música popular cubana se presentan de manera más evidente elementos identitarios de nuestra música, heredera de una larga tradición que se manifiesta en la obra de destacados creadores e intérpretes, y en la diversidad de géneros y formatos instrumentales que la componen. Géneros como el danzón, la guaracha, el son, la rumba, el mambo, la canción, junto a las valiosas tradiciones de la música campesina y afrocubana, forman parte del riquísimo acervo musical de la cultura cubana.